No sé cómo empezó vuestra potiadicción, pero la mía lo recuerdo perfectamente.
Fue con la mítica lata de Nivea azul.
Me la ponía cada noche antes de acostarme y luego no me podía mover en la cama durante horas porque era tan nutritiva que no había forma de que se absorbiera, jajaja.
Me encantaba el olor y la textura, y la sensación que dejaba en la piel.
De aquello a esto… sólo van unos cuantos botecitos de potis más 😛
¿Cómo empezó vuestra potiadicción?